Encontré este texto ahí olvidado y ahora decido publicarlo, digo para que no esté ahí nada mas mis horas me costó escribirlo. En el 2008 y 2009 no publique nada ¡pobre blog!… pero ahora creo que quiero recuperar este espacio…
No pensé que la forma en que visto, ayudaría para que alguien quisiera regalarle una víbora, creo, no me gustan mucho, ni me imagino teniendo alguna entre mis manos.
Pero así fue una chica regordeta imagino que ese sería el regalo perfecto para mí.
Nuevamente vuelvo a pensar, creía que los rateros no robaban en fines de semana, pero me equivoque. Ayer por la noche, venia del trabajo, bastante cansado por que había sido un día para ordenar los cables de corriente y datos en algunas computadoras de la oficina además de poner cajas en el piso y la pared, para insertar los enchufes del teléfono. Claro, creo que yo puse todos… Mario tiene una forma tan sutil de pedirme que lo haga y ahora lo he entendido. – Adrián y que ¿cómo va esto? ¿Crees que está bien si lo hago así? Y si cambio el tipo de conector ¿Cómo ira este? Me puedes ayudar tu que sabes mas… ja y fue donde dije creo que quiere que lo haga yo. - Pero bueno a la vista no se ve que sea tan inútil - era lo que pensaba ya en el suelo haciendo las conexiones y con el dolor de espalda por estar en esa posición. Solo llegue a la conclusión de que la pansa le estorba para hacer este tipo de cosas, se ha de sentir feo, no poder respirar mientras haces las conexiones y con la panza llegando al pecho… ando pensando muy seriamente en despedirme de la mía ahora que aún hay tiempo, casi, casi como un monologo de Homero Simpson cuando él tiene que tomar esta decisión tan importante a nuestra salud. Tantas pizzas, y tacos el güero con quesadillas de rosa salvaje y los tan famosos tacos el cuñado han terminado.
Y bueno siguiendo, con el relato. Estaba en la base de autobuses que me llevan a la casa, tome el primero, todos los asientos estaban ocupados y me quede parado junto a dos chicas y un chico que habían pasado delante de mí, al arrancar el autobús solo habíamos 5 personas de pie. El autobús tomo la primera cuadra y enseguida tomo la siguiente calle a la izquierda. Aquí fue donde estos dos tipos se levantaron, uno de ellos, en la parte trasera del autobús con una pistola, quitaba los monederos, carteras y audífonos que pudiera arrancar a jalones, el otro personaje solamente le daba órdenes al conductor, la escena solo abra durando 60 segundos, fue tan rápido, el tipo estaba demasiado nervioso, aunque no me quito mi mochila como la ultima vez que pase por esto, decentemente espero a que sacara los billetes que llevaba en la cartera y aunque al inicio del atraco pidió todos los celulares, el mío no se lo llevo.